
Paul Cezanne
Soñaba…
Soñé que la muerte
era una señora sin huesos
doblada,
caminaba para abajo
como un gusano,
en sus manos llevaba semillas de cenizas
que plantaba en los huecos tibios de la tierra
tenía el corazón perforado
los cabellos eran de alambre de púas
me dio una lástima la señora muerte
que le tendí la mano y le dije
-no se arrastre… que le deben doler las piedras-
ella con la mirada fría me contestó
-no me arrastro
estoy sembrando vidas para mañana-
© 2009 Ingrid